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Metrópoli, o sea vivir en el medio del mundo, vivir en contacto directo con el mundo.
En cualquier sitio del planeta, las metrópolis nos recuerdan lo pequeños que somos frente la multitud de culturas, de hábitos y de costumbres. Siempre.
Voy andando por la calle e oigo idiomas que no comprendo y no conozco; me llegan, al mismo tiempo, olores a fast food, cocina marroquí, india, turca, catalana, vasca, francesa, italiana: nuevo concepto de nouvelle cousine.
Veo niños gitanos desnudos y amas de casa árabes de 15 años llevando el burka, mujeres en traje con corbata que mandan el mundo y hombres que en su vida no han tenido nada, tampoco la limosna que piden.
Es raro como todos nos juntamos en las metrópolis, creo que dependa del hecho que metrópolis significa ciudad madre y todos los que no tenemos raíces, sino inquietudes y ganas de descubrimiento, necesitamos estar en varios sitios al mismo tiempo, como en el útero de la madre: parados en su vientre, como en un limbo, pero en todos los sitios y los momentos de su vida, viviendo sin estar al mundo y compartiendo sin hacer nada.
A veces me angustia todo esto melting pot, a veces me siento tan feliz de ser parte de él, a veces simplemente miro al cielo y pienso que el ser humano, viva en una metrópoli o en el medio de un desierto, siempre vive bajo un cielo desconocido, y por esto debe agradecer por existir y poder conocer tanta variedad.
Por conocer el mundo solo por el hecho que esto haga un desfile delante nuestros ojos.
En cualquier sitio del planeta, las metrópolis nos recuerdan lo pequeños que somos frente la multitud de culturas, de hábitos y de costumbres. Siempre.
Voy andando por la calle e oigo idiomas que no comprendo y no conozco; me llegan, al mismo tiempo, olores a fast food, cocina marroquí, india, turca, catalana, vasca, francesa, italiana: nuevo concepto de nouvelle cousine.
Veo niños gitanos desnudos y amas de casa árabes de 15 años llevando el burka, mujeres en traje con corbata que mandan el mundo y hombres que en su vida no han tenido nada, tampoco la limosna que piden.
Es raro como todos nos juntamos en las metrópolis, creo que dependa del hecho que metrópolis significa ciudad madre y todos los que no tenemos raíces, sino inquietudes y ganas de descubrimiento, necesitamos estar en varios sitios al mismo tiempo, como en el útero de la madre: parados en su vientre, como en un limbo, pero en todos los sitios y los momentos de su vida, viviendo sin estar al mundo y compartiendo sin hacer nada.
A veces me angustia todo esto melting pot, a veces me siento tan feliz de ser parte de él, a veces simplemente miro al cielo y pienso que el ser humano, viva en una metrópoli o en el medio de un desierto, siempre vive bajo un cielo desconocido, y por esto debe agradecer por existir y poder conocer tanta variedad.
Por conocer el mundo solo por el hecho que esto haga un desfile delante nuestros ojos.
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